Optimización del confort térmico de las personas mayores en las residencias

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Un grupo de investigadores del Grupo de Investigación e Innovación en la Construcción (GRIC) lidera un proyecto de investigación mediante el que se determinarán los parámetros ambientales adecuados para la gente mayor y se establecerán cuáles son las condiciones térmicas preferibles para este colectivo.



Aunque el confort térmico es determinante para la salud y la calidad de vida de las personas mayores, actualmente no existen normativas estatales ni internacionales que definan este indicador. El proceso de envejecimiento biológico y los problemas circulatorios merman la capacidad de regular la temperatura corporal de las personas, un hecho que provoca la disminución de la sensación térmica.

El Grupo de Investigación e Innovación en la Construcción (GRIC) ha puesto en marcha un proyecto que determinará de manera objetiva, y por primera vez, los parámetros que influyen en el confort térmico de los ancianos. Los datos obtenidos permitirán el desarrollo de un modelo estadístico que servirá para definir las temperaturas de consigna en los diferentes espacios de los centros de atención a la gente mayor, en función de las condiciones climáticas exteriores.

Para obtener estos datos, se realizarán encuestas a 6.000 personas residentes y 500 profesionales de diversos centros de Sanitas Mayores en Barcelona, Tarragona y Valencia. La encuesta se hará en torno a los talleres que estas personas realizan habitualmente y en colaboración con las y los terapeutas ocupacionales de los mismos centros. Las preguntas serán directas y de fácil comprensión y harán referencia a la percepción de temperatura en el momento y lugar precisos donde se encuentre la persona, de manera que se eviten posibles sesgos en las respuestas a consecuencia de algún tipo de deterioro cognitivo.

La sensación térmica, resultado de diferentes indicadores

Para determinar objetivamente la sensación térmica, se monitorizarán a lo largo de un año las condiciones ambientales interiores y exteriores de varios espacios de cada uno de los edificios a analizar. Para ello, se utilizarán sondas de temperatura y humedad relativa dentro y fuera del edificio, un sensor de velocidad del aire en el interior, y un sensor de globos para recoger información sobre el calor que absorben o emiten todos los elementos que hay en la sala, como mobiliario, paredes, ventanas y, incluso, las mismas personas.

Aspectos como el peso, la altura, el índice de masa corporal, la vestimenta o la actividad que realizan las personas condicionan su sensación térmica. El análisis de esta información, junto con los datos recogidos por los sensores y a partir de las encuestas, permitirá desarrollar el primer modelo estadístico de confort térmico específico para la gente mayor.

Para evaluar la influencia del clima en el confort térmico, los resultados se compararán con los que obtendrá el Instituto de Saúde Pública da Universidade do Porto (ISPUP), que analizará otros centros residenciales para personas mayores ubicados en el área metropolitana de la ciudad portuguesa.

El proyecto se desarrolla conjuntamente con 'Sanitas Mayores' y está financiado con 100.000 euros por la Fundación General CSIC, Cooperación Territorial Europea - Interreg y el Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE).



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